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CONSTANCIA Y MOTIVACIÓN COMO ENERGÍAS



Por Ayaibex Montas

Ningún éxito puede atribuirse al azar (aunque de vez en cuando este factor parece influir en cierta medida) sino que es el resultado de la aplicación de ciertos principios bien precisos.


Cada aspecto de la existencia conlleva leyes, reglas, que constituyen un arte o una ciencia, ya sea en música, en comercio, en medicina, en derecho, etcétera. Y en cada uno de esos aspectos existen, por así decirlo, maestros, expertos, personas que han llevado su ciencia al refinamiento supremo. Naturalmente, es a ellos a quienes nos dirigimos cuando queremos perfeccionarnos en una u otra especialidad. Por supuesto, uno puede aprender solo a tocar el violín o dominar las matemáticas. Pero corremos el riesgo de emprender un camino largo y penoso, y las probabilidades de llegar a la cima son escasas, por no decir inexistentes. Un maestro permite un aprendizaje más rápido.


LA PRIMERA CONDICIÓN ES CREER QUE UNO PUEDE




La educación, la sociedad y nuestro propio condicionamiento intelectual, nuestro pensamiento, por lo general, y por desgracia, más teñido de negativismo que de optimismo, nos inclinan a creer que la riqueza y la buena vida, sólo son para los otros. No pasa un día sin que uno oiga repetir a alguien que no hay que soñar sino ser “realista”, y otras fórmulas del mismo tipo que producen los efectos más deplorables en las mentes desprevenidas. Es por esta razón que el éxito queda limitado a una elite. Sin embargo, no es así. Y, si el éxito o la felicidad es un imposible sólo en la mente de las personas que de él se excluyen. En verdad, es evidente que todos los que han triunfado, en primer lugar creyeron que podían hacerlo.


No tenga miedo de profundizar. En cada ser existen regiones de sombras y dudas. No sólo debe usted convencerse profundamente de que es posible enriquecerse según sus aspiraciones y necesidades, sino que, además, es fácil. Mucho más fácil de lo que cree.


Mucha gente piensa que el nivel de fuerza de voluntad va en el carácter. Te aseguro que no es así. La fuerza de voluntad se puede entrenar. ¿Y QUE SIGNIFICA FUERZA DE VOLUNTAD?: La capacidad de hacer lo que sabes que es lo correcto, por encima de las dificultades o tu estado de ánimo.


Fuerza de voluntad es la capacidad de hacer lo correcto en cada momento, a pesar de las dificultades O lo que es lo mismo, ser capaz de sacrificar parte de tu presente por un futuro mejor a largo plazo.






LA SEGUNDA CONDICIÓN ES RELACIONAR EL ÉXITO Y EL FRACASO: NO ES MÁS DIFÍCIL TENER ÉXITO QUE FRACASAR.


En la vida hay mucha gente (si no la gran mayoría) para la cual el fracaso se ha convertido en una especie de hábito. Ahora bien, el hábito se torna verdaderamente una segunda naturaleza. Uno se apega a todo, incluso a las cosas desagradables. En el caso de un hábito de fracaso, se torna catastrófico. Hay que comprender que, en el fondo, no es más difícil tener éxito. Es, simplemente, una programación diferente. El subconsciente no encuentra obstáculos para esto; para él, el trabajo y el esfuerzo son los mismos. El programa es completamente diferente. Deténgase a pensar un momento. ¿No hace falta una operación muy compleja y una fantástica conjugación de circunstancias para llegar infaliblemente a un fracaso cada vez que se intenta algo? ¿Para no ver todas las buenas oportunidades? ¿Para evitar conocer a todas las personas que podrían ayudarnos a subir los escalones del éxito? ¿Para juzgar como malas todas las ideas que se nos ocurren y que podrían resultar infinitamente lucrativas? ¿Para hacer cada vez los gestos necesarios para fracasar? También esto es complejo. Su subconsciente no ve en ello ninguna dificultad complementaria.


¿POR QUÉ NO USTED?



¿Encuentra una razón “razonable” por la cual usted no podría tener éxito o conseguir aquello que desea?


¿Sabe usted a qué edad comenzó a hacer mucho dinero Ray Kroc, el propietario de la cadena McDonald? Después de los cincuenta años. Quizá le sorprenda, pero una cosa es cierta: si a los 45 años hubiera abandonado, si hubiera dejado de soñar y de creer en su buena estrella, no sólo jamás habría llegado a ser una persona conocida, sino que jamás se habría hecho rico. Kroc confía en su autobiografía, que redactó hacia el final de su vida y en la que expone su filosofía, que coloca la perseverancia ante todo, incluso antes que el talento y el genio: “La gente se quedaba maravillada de que no hubiera comenzado McDonald antes de los 52 años y de que alcanzar el éxito de un día para otro. Pero yo era simplemente como muchas de esas personalidades del mundo del espectáculo que hacen su número en la sombra durante años hasta que un día, de pronto, se les presenta la oportunidad y les llega la gloria. Así fue exactamente mi éxito, de un día para el otro; ¡mis treinta años de preparación representan una noche larguísima!”


En su obra Los Archimillonarios, Max Gunther hace, acerca de la relación entre la edad y el éxito, una reflexión interesante que sorprenderá a más de uno: Como regla general se encuentra que los hombres que conocieron grandes éxitos tienen tendencia a ser rezagados.


Muy a menudo, como ya lo veremos, un éxito espectacular sigue a un fracaso o una serie de fracasos. En casi todos los casos, es así.


NO LE DÉ LA ESPALDA A SU PORVENIR


Los años que he vivido, las experiencias que ha acumulado, incluso si algunas ha sido fracasos, son una herencia cuyo valor tal vez usted subestime. En el best-seller internacional El más grande vendedor del mundo hay un fragmento inspirado que toca este tema. Nos permitimos citar: “Viviré este día como si fuera el último.” “¿Y qué haré de este precioso día que me queda de vida? Ante todo, sellaré este contenedor para que no se pierda en la arena ni una sola gota de vida. No desperdiciaré ni un momento de este día lamentándome de las desgracias de ayer, los defectos de ayer, los tormentos de ayer. Pues, ¿acaso el bien no sale del mal?” “¿Puede la arena subir en el reloj de arena? ¿Puede el sol levantarse donde se pone? ¿Y ponerse donde se levanta? ¿Pueden borrarse y corregirse los errores de ayer? ¿Puede cicatrizar la herida de ayer y tornarse salud? ¿Puedo ser más joven que ayer? ¿Puedo anular las palabras malas que se dijeron, los golpes que se asestaron, los sufrimientos que se infligieron? ¡No! Ayer está muerto y enterrado para siempre y jamás pensaré en él.” “Viviré este día como si fuera el último.”


Conseguir dominar tus pensamientos, tu energía y tener autocontrol para hacer lo que tienes que hacer, marcará la diferencia.


¡No tengo la energía necesaria! Esta excusa es igualmente frecuente. Y puede parecer, a primera vista, trágica o insuperable. En efecto, toda acción, toda empresa, demanda un mínimo de energía, sobre todo psíquica. Un débil nivel de energía tiene inevitablemente por corolario una débil motivación. Parecería que nos hallamos en presencia de un círculo vicioso del cual es imposible escapar. Pero basta una pequeña chispa inicial para hacer explotar la dinamita mental que duerme en cada ser. La energía de cada ser es prodigiosa. Sólo que en algunos no se ha despertado: duerme, sencillamente, la energía de la motivación está esperando a que la estimulen.


Se estimula mediante el arte sutil de cultivar la voluntad, la motivación, la fuerza interior.


APRENDER DEL FRACASO



“Behind the success of any big project, through the process of study and effort,is the accumulation of 99% errors.”


Evidentemente, si usted no emprende nada, no se arriesga a sufrir un fracaso. Pero tampoco conocerá el éxito. Pues el éxito no llega así, como por milagro. Siempre es el resultado de una acción o una actitud mental positiva. Por lo general, la gente se hace una mala idea del fracaso. ¿Sabía usted que los diez hombres ricos del mundo han sufrido todos el fracaso en uno u otro momento de su vida? ¿Sabía que Thomas Edison tuvo que hacer diez mil tentativas antes de lograr la lamparita eléctrica? ¿Sabía que Abraham Lincoln fracasó dieciocho veces antes de llegar a Presidente de los Estados Unidos? Sin embargo, no crea que estamos haciendo el elogio del fracaso. Todo fracaso puede ser instructivo, al menos si se lo acoge con la actitud mental adecuada.




¿Por qué ha fracasado usted hasta ahora? Una de las razones más frecuentes del temor al fracaso, que resulta tan paralizante, es que el sujeto ha fracasado, o al menos ha tenido la impresión del fracaso, en todo lo emprendido hasta determinado momento. Cada nuevo revés ha constituido un refuerzo del sentimiento del fracaso y ha socavado más la confianza en sí mismo. Estas experiencias contribuyen en muchos casos a crear una personalidad de perdedor. Pero esta personalidad de perdedor suele originarse en los fracasos, de manera que la causa y el efecto se confunde. Y entonces se programa a nivel subconsciente...



Lo que tiene de tranquilizador el subconsciente es que ninguna programación es irreversible. Hasta la programación negativa más potente y profunda puede ser transformada. Rápidamente. Y por completo. Usted podrá llegar a ser el amo de su mente, el dueño de su destino. Existe en el mundo una ley misteriosa y secreta que no parece sufrir excepción alguna. Cada mente debe tener un amo. Si usted no es el amo de su mente, alguien tomará su lugar y será su amo. Lo mismo ocurre con la vida. Con su vida. Si usted no domina su vida, será ella la que lo domine a usted. Y todo dominio proviene de la mente. Entonces, la elección depende de usted.


TAREA


Establezca la lista de las excusas que le han impedido triunfar hasta ahora. Lo importante es que sea totalmente honesto con usted mismo. Esta etapa, la primera, es absolutamente esencial. Se trata, de algún modo, de barrer con todas las viejas creencias que lo empujan a pensar que la riqueza no es fácilmente accesible. Como lo hizo Descartes antes de establecer los principios de la filosofía moderna, use la duda sistemática. Es un desbloqueo necesario. Lista de las razones (excusas).

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